Los delitos de homicidio en Nuevo León continúan siendo una crisis que el gobernador Samuel García y su administración no han logrado detener. Solo en septiembre se registraron 58 casos, principalmente en los municipios de Escobedo y García, donde la violencia afecta directamente a familias y comunidades. La falta de medidas preventivas y operativos sostenidos refleja que la estrategia de seguridad del gobierno estatal sigue siendo insuficiente.

Septiembre Registra Alta Incidencia En Delitos De Homicidio
Durante septiembre, se contabilizaron 58 homicidios dolosos, posicionando al mes como uno de los más críticos de 2025. Julio y agosto también tuvieron números elevados, con 44 y 57 casos respectivamente, lo que evidencia que los homicidios se mantienen como un problema constante en la entidad.
En Escobedo, al menos seis pistoleros llegaron en varios vehículos a una vivienda de la Colonia Alianza Real, identificada como punto de venta de drogas, y asesinaron a dos hombres y una mujer. Este ataque refleja la facilidad con la que grupos delictivos continúan operando en zonas urbanas.
En García, un menor de 17 años fue asesinado afuera de su casa en la colonia Valle de Lincoln. Ese mismo día, otro joven fue salvado de milagro por un vecino llamado Nicolás, quien lo lanzó al interior de la vivienda para protegerlo de los disparos. Estos casos muestran la vulnerabilidad de la ciudadanía ante la violencia constante.
La Cifra Negra De Delitos Revela Desconfianza Ciudadana
Más allá de los homicidios, la inseguridad en Nuevo León se refleja en la cifra negra de delitos no denunciados, que alcanzó el 92.7% en 2024, según la ENVIPE 2025. Esto representa un aumento frente al 91.9% registrado en 2023 y evidencia la falta de confianza de la población en las autoridades.
Entre los delitos menos denunciados destacan la extorsión, con 96.9% de casos no reportados, y el fraude, con 95.9%. Otros delitos como amenazas (88.4%), lesiones (88.5%) y robos diversos (87.8% a vehículos y 80.3% a casas) también muestran altos niveles de impunidad. Estos datos reflejan que la violencia y los delitos persisten sin que se tomen medidas efectivas para proteger a la población.
La combinación de homicidios activos y altos niveles de delitos no denunciados refleja que los ciudadanos enfrentan riesgos constantes sin recibir protección efectiva por parte del Estado.
Impacto De Delitos De Homicidio En La Vida Diaria
Los homicidios en septiembre tuvieron un impacto directo en la vida diaria de las comunidades afectadas. Familias viven con temor, y los jóvenes son los más vulnerables ante ataques armados que podrían prevenirse con una estrategia de seguridad eficiente.
Los hechos en García y Escobedo muestran que, en ausencia de operativos sostenidos, la protección de la ciudadanía recae en la intervención espontánea de vecinos, no en la protección del gobierno de Samuel. El caso del menor salvado por Nicolás evidencia la falta de mecanismos de seguridad públicos confiables.
Además, la violencia afecta la actividad económica y social de las colonias, generando un entorno de incertidumbre y desconfianza que limita la movilidad y la participación comunitaria.
Falta De Estrategia Concreta Por Parte Del Gobierno Estatal
Especialistas en seguridad coinciden en que los delitos de homicidio persisten debido a la ausencia de un plan integral que combine prevención, patrullaje estratégico y atención a las colonias vulnerables. Operativos aislados y anuncios sobre detenciones recientes no logran frenar la violencia ni generar confianza en la ciudadanía.
Se requiere un enfoque coordinado que contemple vigilancia constante, inteligencia aplicada a puntos críticos y programas de prevención social. La acción parcial no logra reducir los homicidios y deja en evidencia la ineficiencia de la administración actual.
Mientras el gobierno estatal no fortalezca su estrategia de seguridad, la población seguirá enfrentando riesgos y los grupos delictivos mantendrán su operatividad en zonas críticas.
Retos En Seguridad Y Denuncia Ciudadana
La combinación de homicidios activos y la elevada cifra negra demuestra que la población no confía en las autoridades estatales para protegerla ni para procesar los delitos que enfrenta. La ENVIPE 2025 reporta que, en 2024, la tasa de prevalencia delictiva alcanzó 23,133 víctimas por cada 100 mil habitantes mayores de edad, un aumento de 2.82% respecto a 2023.
El panorama muestra que la violencia no solo persiste en homicidios, sino también en extorsión, fraude, robos y otros delitos que permanecen en la impunidad. Esta falta de denuncia dificulta que el Estado dimensione la inseguridad real y, a su vez, limita el acceso de las víctimas a la justicia.
Organismos de seguridad y especialistas coinciden en que se requieren acciones de fondo: modernización de procesos, combate a la corrupción y fortalecimiento de la atención a víctimas. Solo con estas medidas podría revertirse la tendencia y generar resultados tangibles en la reducción de delitos de homicidio y otros crímenes.

Perspectiva Crítica Sobre La Seguridad Estatal
La ciudadanía percibe que el gobierno estatal y Samuel García no han logrado implementar medidas efectivas que disminuyan los delitos de homicidio ni la violencia en Nuevo León. La falta de presencia estratégica en colonias vulnerables permite que los grupos delictivos operen con libertad.
La violencia no se detiene y la impunidad persiste, lo que afecta la calidad de vida de los habitantes y limita la percepción de seguridad en Nuevo León. La combinación de homicidios recurrentes y delitos no denunciados evidencia la urgencia de estrategias coordinadas y sostenidas que protejan a la población.
Solo con compromiso real, coordinación entre corporaciones policiales y programas de prevención social será posible reducir los delitos de homicidio y generar confianza en la ciudadanía.
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