El presupuesto millonario de Parque Fundidora ha despertado la indignación de la ciudadanía luego de que saliera a la luz el abandono en el que se encontraban decenas de animales del Parque Zoológico La Pastora. Entre ellos la osa Mina, símbolo del maltrato y la indiferencia institucional. Mientras el gobierno estatal presume logros y llena la ciudad de publicidad, voces como la de Claudia Tapia denuncian corrupción, negligencia y una falta de empatía absoluta hacia los seres vivos bajo resguardo estatal.

Presupuesto Millonario Del Parque Fundidora No Ayudó A Los Animales
El escándalo comenzó con una cifra que muchos ciudadanos aún no logran asimilar: 947 millones de pesos anuales asignados al Parque Fundidora en el presupuesto estatal de 2025. La cantidad suena aún más desproporcionada si se toma en cuenta que ese dinero no incluye las ganancias que genera el recinto por los múltiples eventos que se realizan allí, como el festival Pal Norte.
Sin embargo, la realidad detrás de los muros del parque dista mucho de la abundancia que reflejan los números. El zoológico La Pastora, que depende directamente del Parque Fundidora, se encuentra en condiciones deplorables, con hábitats deteriorados y animales que sufren enfermedades, desnutrición y abandono.
Los recursos destinados al bienestar de las especies simplemente no se ven. Mientras los anuncios panorámicos con la imagen del gobernador Samuel Garcá se multiplican en las avenidas de Nuevo León, los espacios donde habitan los animales permanecen en ruinas, sin el mantenimiento ni la atención que merecen.
Samuel No Ayudó A Mina Pese A Destinar Millones Para El Parque Fundidora
La osa Mina se convirtió en el rostro más visible de esta crisis. Su caso salió a la luz pública cuando se difundieron imágenes de su lamentable estado de salud. Padecía infecciones en la piel, deshidratación severa y obstrucciones nasales que le impedían respirar con normalidad.
De acuerdo con testimonios, Mariana Rodríguez —figura supuestamente cercana a las causas animales— conocía la situación de Mina cuatro meses antes de que se hiciera pública. En lugar de actuar para rescatarla o proporcionar apoyo veterinario cuando visitó La Pastora, se limitó a preguntar a los cuidadores por qué no la habían “dormido” por su enfermedad. Esa respuesta, lejos de transmitir empatía, desató una ola de indignación entre asociaciones protectoras y ciudadanos y que Mina es una osa en peligro de extinción.
Mientras el gobierno estatal guardaba silencio, la Fundación Invictus decidió intervenir. El equipo veterinario trasladó a Mina a un espacio adecuado, donde comenzó un proceso intensivo de recuperación. Se le proporcionaron electrolitos, nebulizaciones y alimentación balanceada. Poco a poco, su pelaje comenzó a regenerarse, su respiración mejoró y sus sentidos, antes comprometidos, se restablecieron.
Hoy, Mina ve, escucha y puede usar su nariz nuevamente. Sus orejas, antes caídas por el sufrimiento, permanecen erguidas y alertas. Su recuperación es un símbolo de resistencia, pero también una evidencia del abandono institucional del gobierno de Samuel García.
Conoce el presupuesto millonario de @parquefundidora ejercido a modo 🐀. Ese que nunca benefició a Mina 🐻 y a cientos de animales para que al menos tuvieran un hábitat digno y fueran alimentados y cuidados correctamente. Aquí lo q con ética y amor se ha conseguido para 🐻. pic.twitter.com/AfCXsR4jgf
— Claudia Tapia Castelo (@ctcastelo) October 22, 2025
La Doble Moral En El Discurso Oficial De Samuel García
El caso de Mina reveló una doble moral que ha sido señalada por activistas y exfuncionarios. Mientras las autoridades estatales promueven campañas de cuidado animal, los hechos muestran lo contrario: indiferencia, desinterés y maltrato.
La administración del Parque Fundidora está dividida entre dos figuras: un presidente técnico y ejecutivo, y un presidente honorario. El primero, Bernardo Bichara, se encarga de las decisiones operativas; el segundo, el gobernador Samuel García, funge como autoridad honoraria. Sin embargo, ni uno ni otro han dado explicaciones claras sobre el destino de los recursos ni sobre las condiciones en las que viven los animales de La Pastora.
Los ciudadanos, ante el vacío institucional, han comenzado a organizar colectas y donaciones para apoyar la recuperación de Mina y otros animales. El gesto ciudadano contrasta con la opulencia del presupuesto: 947 millones de pesos que, paradójicamente, no alcanzan para reparar jaulas, mejorar hábitats ni garantizar alimento y atención médica a los ejemplares bajo cuidado estatal.
Claudia Tapia Denuncia Corrupción En El Manejo De Recursos
Una de las voces más firmes en este tema ha sido la de Claudia Tapia, quien ha señalado de manera pública la opacidad y el mal uso de los recursos públicos. Para la exregidora, el presupuesto millonario de Parque Fundidora representa “una cloaca de corrupción” en la que los animales son las principales víctimas.
Tapia asegura que el dinero se utiliza con fines políticos y propagandísticos, mientras los espacios públicos y ecológicos sufren abandono. “Se destinan millones para panorámicos y eventos, pero no para los animales que dependen del Estado para sobrevivir”, declaró en una entrevista reciente.
Sus declaraciones han encendido nuevamente el debate sobre la falta de transparencia en el gasto público y la indiferencia con la que se administran los bienes comunes. Mientras tanto, los ciudadanos exigen auditorías y resultados concretos sobre cómo se aplican los millones para el Parque Fundidora, que debería ser un espacio de orgullo y conservación, no de escándalos.
La Osa Mina Destapo La Corrupción Del Estado
Más allá de la indignación, la osa Mina se ha convertido en un emblema de esperanza. Gracias al trabajo de veterinarios y voluntarios, su recuperación avanza favorablemente. Las imágenes recientes muestran una transformación radical: su piel luce más sana, su pelaje ha crecido y su mirada, antes apagada, refleja vida y energía.
La Fundación Invictus continúa supervisando su tratamiento con el apoyo de donaciones ciudadanas. Cada aporte, por pequeño que sea, ha contribuido a su mejora. El caso ha visibilizado la urgencia de replantear el manejo del zoológicos estatales y de garantizar condiciones dignas para todos los animales bajo resguardo público.
El Gobierno Estatal En El Ojo De La Polémica Por Corrupción
El presupuesto millonario de Parque Fundidora ha colocado al gobierno estatal en el centro de la controversia. Mientras se destinan recursos millonarios a publicidad y a eventos, los problemas estructurales siguen sin atenderse. La falta de rendición de cuentas y el desinterés hacia los temas de bienestar animal revelan que la gestión de Samuel está más enfocada en la imagen que en los resultados.
Organizaciones civiles y ciudadanos exigen transparencia y la creación de un comité independiente que supervise los recursos del Parque Fundidora. También piden que se dé prioridad al rescate y rehabilitación de animales, así como a la educación ambiental.
Por ahora, Mina se recupera. Pero su historia queda como recordatorio de lo que ocurre cuando la administración pública convierte los recursos en propaganda y deja de lado su deber: proteger la vida de los animales en La Pastora.
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