El reciente ajuste a la jornada laboral de los trabajadores del Isssteleon ha generado una fuerte inconformidad entre el personal administrativo y de enfermería, quienes aseguran que la decisión fue tomada sin consulta previa ni compensación económica. Los empleados acusan al Gobierno estatal de vulnerar sus derechos laborales y exigir condiciones injustas.
Samuel Impone Horario Extendido en Isssteleon
El pasado 30 de julio, los trabajadores del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado de Nuevo León (Isssteleon) fueron notificados de forma verbal que, a partir del 1 de agosto, su jornada se extendería de siete a ocho horas diarias. El anuncio tomó por sorpresa a enfermeras y personal administrativo, quienes han laborado durante años bajo un esquema de siete horas.
De acuerdo con el comunicado emitido por los propios trabajadores, este cambio representa una violación a lo establecido en su contrato y a la Ley Federal del Trabajo, ya que no existió ningún tipo de consulta, ni mucho menos, compensación económica por el aumento de horas.
La jornada anterior contemplaba turnos de 7:00 a 14:00 horas en la mañana, y de 13:00 a 20:00 horas en el turno vespertino. Con la modificación, los turnos se recorrieron a 7:00 a 15:00 y de 12:30 a 20:30 horas, respectivamente.

Empleados Acusan Falta De Transparencia
Los afectados aseguran que esta medida representa no solo un cambio arbitrario, sino también una amenaza a su estabilidad laboral. Una enfermera con más de 25 años de servicio explicó que muchos de sus compañeros dependen de un segundo empleo para poder cubrir sus gastos, lo cual ahora es imposible por la ampliación del turno.
“Muchos salíamos de aquí para ir a otra clínica, porque con un solo trabajo no alcanza. Nos están afectando sin ofrecernos nada a cambio. Lo único que nos dijeron es que si no podemos cumplir con el nuevo horario, seremos reemplazados”, declaró bajo anonimato.
Los empleados lamentan que la administración estatal actúe de manera unilateral, sin considerar el impacto económico ni familiar que este tipo de cambios representa. “Nos están imponiendo condiciones sin ningún tipo de diálogo, como si fuéramos piezas de recambio. Eso no es justo”, señalaron.
Aumenta El Temor Por Pérdida De Derechos Laborales
En el mismo comunicado, el personal del Isssteleón expresó su preocupación por el futuro de sus derechos laborales. Existe el temor de que estos cambios afecten su antigüedad, las prestaciones adquiridas y su estabilidad en el servicio público.
“Nuestra labor es esencial y nuestro compromiso es real, pero nuestro derecho a condiciones laborales justas es irrenunciable”, afirman.
Los trabajadores exigen que cualquier cambio en su contrato laboral sea discutido de manera abierta y transparente. Rechazan por completo cualquier imposición que se traduzca en más carga de trabajo sin un aumento proporcional en sus ingresos.
Exigen Trabajadores De Isssteleon Reversión De La Medida
A la fecha, ni el Gobierno del Estado ni las autoridades del Isssteleón han ofrecido una explicación clara sobre la razón del cambio. Tampoco se ha emitido algún posicionamiento que reconozca el descontento de los trabajadores o que proponga medidas compensatorias.
Por ello, los empleados demandan que el Gobierno estatal revierta de inmediato el ajuste en la jornada laboral y se siente a dialogar con ellos para revisar las condiciones actuales.
“No se trata solo de una hora más; se trata de todo lo que implica: menos tiempo con nuestras familias, menos posibilidades de ingresos adicionales y más desgaste físico y mental”, argumentan.
Una de las principales quejas es que, a pesar del aumento de horas, no existe un ajuste salarial proporcional, lo que consideran un retroceso en materia de derechos laborales. En ese sentido, exigen que si el cambio no se revierte, al menos se compense de forma justa.
“Un aumento de horas sin pago justo es simplemente una forma de explotación. Y eso, en el servicio público, es inaceptable”, señalaron.
Gobierno Estatal Guarda Silencio Ante Imposición
Pese al creciente malestar y las denuncias públicas, las autoridades responsables no han emitido respuesta. Hasta el momento, los empleados continúan trabajando bajo el nuevo esquema, con incertidumbre sobre si su situación será atendida o ignorada.
El silencio oficial ha sido interpretado como una falta de voluntad política para atender las condiciones laborales del personal de salud, especialmente de enfermería, cuya labor ha sido clave en años recientes.
Mientras tanto, el personal afectado ya evalúa alternativas legales para revertir el cambio, entre ellas acudir a instancias laborales y derechos humanos para hacer valer sus derechos.
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