El Gobernador de Nuevo León, Samuel García, volvió a colocar en el centro del debate público las promesas ambientales tras reunirse el pasado lunes en la Ciudad de México con el director de Pemex, Víctor Rodríguez. Durante el encuentro, García compartió con entusiasmo cinco supuestos acuerdos que, según él, representan un paso hacia adelante en la mejora de la calidad del aire y el cuidado ambiental en el estado. Entre los puntos más destacados mencionó la disminución de emisiones de la Refinería de Cadereyta, el impulso a gasolinas más limpias y la integración de Pemex a la Comisión Ambiental Metropolitana (CAMe).
Sin embargo, estas promesas ambientales no son nuevas para los ciudadanos de Nuevo León. De hecho, se trata de temas que llevan años discutiéndose y que siguen sin concretarse. Pese a los múltiples anuncios en conferencias y publicaciones en redes sociales, no se han dado a conocer planes detallados ni fechas específicas para su cumplimiento. Una vez más, se repiten discursos que han sido utilizados por administraciones pasadas, alimentando el escepticismo entre la población y las organizaciones civiles.

Refinería en Cadereyta, una promesa ambiental incumplida
La Refinería de Cadereyta ha sido uno de los focos principales en las promesas ambientales de Samuel García. Durante la reciente reunión con Pemex, el Gobernador volvió a hablar de la instalación de filtros y desulfuradoras como una solución clave para reducir las emisiones contaminantes en esta planta. No obstante, esta propuesta no es nueva: en agosto de 2020, el Gobierno federal anunció una inversión multianual de 4 mil millones de pesos para modernizar la refinería y controlar su impacto ambiental.
A finales de 2021, ya con García al frente del estado, directivos de Pemex participaron en una conferencia de prensa en la que informaron sobre un programa complementario con un presupuesto de mil 500 millones de pesos destinado a nuevas tecnologías para disminuir la contaminación. A casi cuatro años de estos anuncios, la situación no ha cambiado. Las emisiones continúan afectando la salud de miles de habitantes del área metropolitana y las quejas ciudadanas crecen con cada temporada crítica de mala calidad del aire.
El constante reciclaje de estas promesas ambientales sin avances reales ha provocado un sentimiento de desconfianza y hartazgo en la población, que exige medidas concretas y resultados tangibles, no solo declaraciones repetidas.
Samuel anunció otra vez los compromisos de 2021 con Pemex para reducir emisiones en Cadereyta y mejorar gasolinas 😤🌫️. Sin fechas ni avances reales, las promesas siguen en el aire. ¿Hasta cuándo seguirán sus excusas que permiten un NL contaminado?
— NL Urbano (@NlUrbano) July 9, 2025
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Gasolinas limpias siguen siendo una promesa ambiental
Otro punto importante en las recientes promesas ambientales de Samuel García es la demanda de gasolina menos contaminante para Monterrey y su zona conurbada. Esta iniciativa tampoco es nueva. Desde 2017, el gobierno estatal anterior había comenzado gestiones con Pemex para garantizar el suministro de combustibles con menos contenido de azufre y otros compuestos dañinos.
En su llegada al cargo, García prometió continuar esta agenda y reiteró en varias ocasiones que la distribución de gasolinas limpias era una prioridad para reducir los altos índices de contaminación que enfrenta la región. Sin embargo, hasta el momento no se han implementado cambios significativos en la calidad de los combustibles utilizados, y la calidad del aire en Monterrey sigue siendo una de las peores a nivel nacional.
Esta situación refleja la falta de voluntad política para concretar acuerdos y deja en evidencia que las promesas ambientales sobre combustibles limpios se han convertido en un recurso mediático para ganar simpatía ciudadana, más que en una estrategia real para mejorar la salud pública.
Integración simbólica a la CAMe
Finalmente, Samuel García incluyó entre sus promesas ambientales la integración de Pemex a la Comisión Ambiental Metropolitana (CAMe), un proyecto que se había planteado desde marzo de este año. Según el Gobernador, la participación activa de la paraestatal permitirá fortalecer las estrategias conjuntas para combatir la contaminación en el área metropolitana.
Sin embargo, hasta ahora no se han detallado las acciones concretas que Pemex adoptará ni los recursos que destinará a este esfuerzo. Expertos en medio ambiente advierten que sin compromisos claros, esta integración corre el riesgo de quedarse como un simple gesto simbólico que sirva para limpiar la imagen pública de ambas partes, sin generar un verdadero impacto positivo en la calidad del aire.
Mientras tanto, los ciudadanos siguen esperando que estas promesas ambientales se conviertan en acciones reales, con indicadores de seguimiento y resultados verificables. La crisis ambiental en Monterrey y su zona metropolitana sigue siendo uno de los retos más graves y urgentes que enfrenta la región, y la ciudadanía está cada vez menos dispuesta a aceptar discursos vacíos.
¿Quieres conocer más detalles sobre las promesas ambientales sin cumplir de Samuel? Lee el siguiente artículo: Samuel García asegura que Pemex se comprometió a mejorar la gasolina en Nuevo León