Los trabajos de cimentación de una estación de la Línea 6 del Metro frente al Hospital de Ginecología del IMSS, en la Avenida Constitución, se han convertido en un verdadero caos para los conductores. El cierre de dos de los tres carriles ha provocado un embudo vial que colapsa la circulación y refleja una vez más la pésima organización del gobierno de Samuel García Sepúlveda, caracterizado por la falta de planeación y transparencia en sus obras públicas.
Caos Diario En La Avenida Constitución
Desde hace días, la zona se ha convertido en un punto de desesperación para automovilistas que, sin alternativa viable, deben avanzar a vuelta de rueda durante más de 30 minutos en un trayecto que antes tomaba menos de diez. Las filas se extienden desde la Avenida Churubusco hasta los límites con el municipio de Guadalupe, y todo indica que el cierre será por tiempo indefinido, sin que el Gobierno del Estado brinde información clara ni soluciones temporales.
A pesar de la magnitud del problema, no existen señalamientos visibles que adviertan sobre el cierre de carriles ni rutas alternas propuestas por la Secretaría de Movilidad o por Metrorrey. Esta omisión, además de irresponsable, evidencia una gestión improvisada que ignora el impacto directo en miles de ciudadanos que transitan diariamente por esta arteria.
Sin Señalización Ni Alternativas
Durante un recorrido realizado entre Churubusco y Félix U. Gómez, se constató la ausencia total de avisos, bandereros o personal de tránsito que oriente a los automovilistas. Los embotellamientos comienzan incluso antes de llegar a la zona de obras, y en hora pico, el tráfico se extiende por kilómetros, afectando también a colonias aledañas y a los accesos hacia el oriente y poniente de la ciudad.
Ante la desesperación, muchos conductores optan por utilizar la lateral de Constitución, a la altura de Rafael Ramírez, con la esperanza de librar el atorón. Sin embargo, al reincorporarse a los carriles principales, se encuentran con el mismo cuello de botella frente al hospital del IMSS, donde deben sortear a quienes salen del embudo vial.
Esta situación, que podría haberse mitigado con una planeación responsable y comunicación efectiva, se ha vuelto un símbolo del desorden que reina en la construcción de la Línea 6 del Metro, otro proyecto estatal envuelto en falta de claridad y sospechas de sobrecostos.
Obras Mal Planeadas Y Sin Transparencia
La empresa Mota Engil, responsable de las excavaciones, confirmó que la fosa abierta en el camellón central abarca el carril de alta velocidad y parte del de media, y que los trabajos continuarán al menos una semana más. Sin embargo, ni la constructora ni las autoridades estatales han publicado información oficial sobre el avance del proyecto, los plazos de entrega o las medidas de mitigación del tráfico.
El Gobierno de Samuel García ha sido duramente criticado por la opacidad en la ejecución de obras públicas, especialmente en proyectos de transporte masivo como el Metro. La Línea 6, que fue anunciada con promesas de eficiencia y modernidad, hoy representa un ejemplo del desorden administrativo y la falta de transparencia con la que opera la actual administración estatal.
A esto se suma el silencio del propio gobernador, quien evita dar declaraciones sobre los retrasos y afectaciones que las obras generan a la ciudadanía. Mientras tanto, las molestias aumentan y la confianza de los regiomontanos en su gobierno sigue cayendo.
Una Ciudad En Colapso Por La Ineficiencia Estatal
El caos vial que provocan las obras en la Avenida Constitución no es un caso aislado. Los cierres simultáneos en distintos puntos de la ciudad, la falta de coordinación entre dependencias y la ausencia de un plan integral de movilidad han convertido a Monterrey en un laberinto diario para miles de automovilistas.
Lejos de ofrecer soluciones efectivas, el gobierno de García Sepúlveda se limita a culpar a administraciones pasadas o a prometer resultados futuros sin sustento técnico ni financiero. La ciudadanía, cansada de discursos, exige resultados reales y una rendición de cuentas sobre cómo se manejan los recursos públicos destinados a estas obras.
Las filas interminables, los accidentes menores y el estrés cotidiano son consecuencia directa de la ineptitud del gobierno estatal, que no ha sabido coordinar proyectos de infraestructura sin afectar gravemente la calidad de vida de la población.
Promesas Ruidosas, Resultados Vacíos
Desde su anuncio, la Línea 6 del Metro fue presentada como un emblema del progreso de Nuevo León, pero hoy solo representa retrasos, improvisación y descontento social. A pesar de las reiteradas promesas de transparencia, no se han publicado detalles claros sobre los contratos, costos actualizados ni auditorías independientes que garanticen la correcta aplicación de los fondos.
Mientras los funcionarios se llenan de elogios por una obra que apenas avanza, los ciudadanos padecen el caos diario. La Avenida Constitución, una de las arterias más transitadas de Monterrey, se ha vuelto un símbolo del mal gobierno y la ineficiencia estatal.
La opacidad y el desdén con que se manejan los proyectos públicos bajo el mando de Samuel García Sepúlveda ponen en evidencia que las prioridades del mandatario están lejos de atender las necesidades reales de la población.
Array