La reciente contingencia ambiental, que tuvo lugar entre martes y miércoles, puso en evidencia las múltiples deficiencias del sistema de monitoreo de calidad del aire en Nuevo León. La saturación de partículas PM2.5, las más dañinas para la salud, no fue adecuadamente reportada por varias estaciones, dejando a la población sin el monitoreo ambiental, crucial en un momento crítico de contaminación.
La falta de datos confiables en contaminantes clave como el PM2.5 se suma a problemas recurrentes en el reporte de PM10 y monóxido de carbono. Estaciones importantes, como las de Guadalupe y San Bernabé en Monterrey, no ofrecieron lecturas en ciertos horarios o directamente no registraron ningún dato, impidiendo que los ciudadanos tuvieran una imagen clara de la contaminación en sus áreas.
Cambios inexplicables en las mediciones del monitoreo ambiental
A esto se suma la inconsistencias detectadas en estaciones que sí reportaron datos. La estación de Apodaca, por ejemplo, mostró una notable variación en su lectura de PM10: de una concentración inicial extremadamente alta de 370 microgramos por metro cúbico, pasó a solo 145 microgramos en cuestión de minutos, sin una explicación técnica clara para tal discrepancia. Esta situación pone en duda la fiabilidad de los datos proporcionados por el sistema estatal.
Mantenimiento y falta de equipo
Además, la estación Centro se encontró fuera de servicio durante el periodo de contingencia debido a supuestas tareas de mantenimiento, mientras que en el caso de Pesquería se confirmó que no puede reportar niveles de PM2.5 porque carece del equipo adecuado. Estas limitaciones en infraestructura y operación generan un vacío informativo justo cuando la población más necesita respuestas y acciones claras.
El martes, cuando se activaron las alertas por los altos niveles de contaminación, el mapa oficial del Índice de Aire y Salud no estuvo disponible durante buena parte del día. Según autoridades estatales, esto se debió a un problema generalizado en sus dominios electrónicos. Sin embargo, esta falla técnica dejó a los ciudadanos sin una herramienta clave para tomar medidas preventivas en un momento de máxima contaminación.

Desafíos para un monitoreo confiable
En un contexto de creciente preocupación por la calidad del aire, la incapacidad del sistema de monitoreo estatal para ofrecer datos precisos y oportunos representa un desafío importante. Las irregularidades, desde estaciones sin reportes hasta cambios bruscos en las mediciones, dificultan que tanto las autoridades como la población puedan tomar decisiones informadas.
Para enfrentar futuras contingencias, es esencial mejorar la infraestructura del sistema, garantizar que las estaciones cuenten con el equipo adecuado y asegurar que los datos sean consistentes y confiables. Solo así se podrá proteger la salud de la población y construir una respuesta efectiva frente a la crisis ambiental que afecta al estado.
Te podría interesar: Eliminación de las Alertas Ambientales: Un Riesgo para la Salud Pública de Nuevo León
Array